Hace mucho tiempo que en casa hay un ordenador, casi casi está ahí desde siempre. Es un Intel Celeron a 2.66 Mhz con 256 Mb de RAM. Lo utilizamos todos y se usa para navegar, ver el correo, de servidor de impresión…
Ha salido bueno, porque ha sobrevivido a todo lo que estaba en la mesa del escritorio. Se ha mantenido, ahí sempiterno, mientras todo (ratones, teclados, monitores, altavoces, etc) ha ido muriendo y se ha tenido que ir cambiando.
El caso es que el Windows XP que tiene instalado se ha ido degradando. El pobre tampoco podía con las nuevas versiones de antivirus. Era un suplicio por el tiempo que tardaba en arrancar y en abrir las aplicaciones.
Buscaba una solución sin tener que quemar todas mis naves y manteniendo todo lo que tenía instalado y la encontré en una distribución linux, Puppy. Me gusto su lógica alternativa…
Puppy es una distribución Linux realizada por Barry Kauler basada en Ubuntu. Tiene la particularidad que el kernel se carga en la memoria RAM.
Existen versiones para CPU con soporte PAE (32 bit para poder utilizar 64GB de RAM) para ordenadores más modernos y para las que no lo soportan que es la versión que tengo instalada.
Esta pensada para máquinas con pocos recursos. Está bien hecha. Si el ordenador tiene menos de 256 MB de RAM no se cargará el kernel en memoria. Además en el arranque detecta todos los discos que existen en el ordenador y si alguna de sus particiones es de tipo swap la monta como memoria de intercambio.
Live-CD
Existen varias maneras de instalarlo, usarlo como un Live-CD, una instalación frugal y una instalación normal de las de toda la vida en disco duro. Lo que hice fue bajármelo y grabarlo en un CD para probarlo.Son apenas 160 Mb de distribución, pero una vez arrancado me di cuenta que, para el uso que se le va a dar, no echas nada en falta . Todas son aplicaciones que consumen pocos recursos pero no con ello renuncias a funcionalidad.
Tiene navegador (Sea Monkey) procesador de textos (Abiword), hoja de cálculo (Gnumeric), cliente de correo y de mensajería, agenda, herramientas de manipulación de imágenes (también vectoriales), para ripear CD, de cambio de formato de vídeo, para cambiar particiones de disco (GParted), servidor de impresión, cifrado de archivos, utilidades de copia de seguridad, clientes de ftp, torrent, smb, etc… También viene con un servidor ftp y un servidor web que te permite tener una wiki personal. Como cosa curiosa tiene también aplicaciones para poder hacer la técnica del Pomodoro.
Lo mejor es que al estar basado en Ubuntu le puedes instalar, con un administrador de paquetes gráfico, todo lo que está en sus repositorios oficiales. Si eliges la versión de Puppy que está basada en la versión Ubuntu LTS tienes soporte de actualizaciones de las aplicaciones durante 5 años.
Instalación frugal
Me gustó tanto en su versión Live CD que me hice con una memoria USB de 8 GB. Con el GParted que trae instalado y de manera gráfica formateé el pincho en extensión ext3. Siguiendo los pasos del instalador también gráfico (casi casi siguiente, siguiente, siguiente) hice una instalación frugal en el USB.
Luego sólo tuve que configurar la BIOS para que la primera opción de arranque fuera el USB. La instalación frugal carga en memoria el sistema operativo y graba el “estado” en la memoria USB cada cierto tiempo o a la hora de apagar la máquina. El resultado es que el ordenador arranca en unos 40 segundos y las aplicaciones abren en un suspiro. Según las notas de Puupy esta es la instalación más rápida, incluso que la clásica en disco .
Hay cosas que le cuestan. El reproductor flash en su versión linux no es que sea precisamente liviano y en el Puppy con sólo 256 Mb lo lleva mal.
El gestor de ventanas es JWM (Joe’ Window Manager, ¡telita con el nombre!) . Está hecho para hacer siempre ‘drag&drop’, y una vez tienes esto en mente te acostumbras a él enseguida. Tiene escritorios cosa para mi imprescindible, pero eso ya son manías.
Tuneandolo
Puppy también trae por defecto un configurador gráfico del cargador de arranque grub, instalado en la memoria USB. Detecta las posibles instalaciones de otros sistemas operativos. Así que ahora lo tengo configurado para que también pueda abrir el Windows instalado desde el grup en el inicio sin tener que tocar la BIOS.
Como navegador me instale el Chromium y los driver de la impresora que he compartido gracias al CUPs
Conclusión
Pues que ahora se puede usar el ordenador. No te da pereza arrancarlo un momento para ver una dirección, redactar una carta, ver el tiempo que va a hacer, consultar el correo, o comprar un billete, etc…
Puedes utilizar un sistema operativo moderno. Tienes acceso de manera sencilla a todos los discos duros, CD-Rom, disquetes, memorias USB , carpetas compartidas Vindows de tu red, etc. Además si quitas el USB y vuelves a cambiar en la BIOS el orden de arranque, el ordenador vuelva a estar en su estado original.
Para otros “menesteres» ya tengo el portátil y siguiendo la teoría del decrecimiento, si con el Puppy el ordenador cumple lo que se le pide ¿Por qué habría que cambiarlo? ;-P
Curiosidades
La realización de esta entrada la he hecho desde el Puppy. Para un primer borrador del post he utilizado Abiword, se ha subido con Chromium. Las pantallas se han capturado con Screeny y las imágenes se han editado con mtPaint
Espero que os sirva.